Ecija

Écija es una ciudad perteneciente a la comarca que lleva su mismo nombre, situada en la provincia de Sevilla y más concretamente en el valle del Genil, limitante con Córdoba. De hecho, la ciudad está más cerca de la provincia de Córdoba que de la capital provincial sevillana.

A Écija se le conoce como la sartén de Andalucía, y es que las temperaturas a las que llega el termómetro en verano pueden ser realmente elevadas. Tanto como para freír un huevo en la acera. También es conocida por ser la Ciudad de las Torres, ya que tiene 24 campanarios repartidos por sus calles.

Lugares de interés

Por toda la ciudad de Écija se encuentran huellas de construcciones y otros elementos arquitectónicos de la época romana, además de los campanarios mencionados y otros muchos edificios de interés histórico y cultural.

Entre los edificios religiosos destacados está el Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción, declarado Bien de Interés Cultural. Popularmente se conoce como las Marroquies, y es que las monjas que lo habitaban hacían unos dulces marroquíes exquisitos.

La Iglesia de Santa María Nuestra Señora, la iglesia de Santa Bárbara, la iglesia de San Francisco, la del Hospital de la Concepción, la de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, la de San José o Convento de las Teresas, la iglesia Mayor de Santa Cruz y el Real Monasterio de Santa Inés del Valle, entre otros cuantos, son las torres que componen la típica imagen de los campanarios de la ciudad.

En cuanto a arquitectura civil, cabe destacar la existencia del Palacio de Benamejí. Este palacio es barroco y está declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional. Perteneció primero a los marqueses de Benamejí, luego a los condes de Valverde, después estuvo en él la Remonta Militar, y finalmente, a día de hoy, alberga el Museo Histórico Municipal.

El Palacio de Peñaflor, barroco y construido entre 1700 y 1755, está también declarado Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural. Sus balcones llaman mucho la atención.

Écija está llena de más palacios, entre los que se encuentran el de Santaella, el de Valdehermoso o la casa-palacio de Palma. Además, otro lugar de visita obligatoria es la Plaza de Abastos, donde tiene lugar el mercado.

Fiestas

Varias festividades tienen lugar a lo largo del año en Écija, aunque destacan dos en especial, además de la Semana Santa. Estas son la Virgen del Valle , la patrona de la ciudad, y la Feria de Septiembre.

La Semana Santa de Écija está declarada de Interés Turístico Nacional y es la mayor fiesta de toda la provincia, sólo por detrás de la que tiene lugar en Sevilla. En esta ciudad son 14 hermandades las que procesionan, lo que la convierten en uno de los lugares con más cofradías por habitante.

Gastronomía

La cocina ecijana está compuesta completamente por ingredientes naturales. Entre los platos más típicos destacan la sopa de gato, elaborada con tomates, pimientos, ajos, migas de pan y agua; el salmorejo; y los flamenquines.

La repostería de la ciudad es bastante variada. Las Yemas El Ecijano es lo más tradicional y conocido, cocinadas a base de yema de huevos y obleas. Las tortas de manteca, los bizcochos marroquíes o las tortas de nieto son otros de los dulces más magníficos de la ciudad.

Otro plato que es muy común encontrarse en esta localidad son los molletes, un tipo de pan servido tostado con mantequilla, aceite, tomate y jamón serrano.